Alarmas de humo en viviendas
Durante el año 2023 se registraron más de 1.000 incendios en viviendas en Chile, con consecuencias de 100 personas fallecidas solo en incendios residenciales, 240 personas heridas o lesionadas y 1.800 viviendas destruidas total o parcialmente (Fuente: Senapred).
Nuestros hogares deben ser seguros para nuestras familias y debemos velar por crear y mantener un entorno adecuado en seguridad. Existen diferentes riesgos que están presentes y debemos buscar eliminarlos y minimizar sus efectos. En lo que se refiere al fuego y los incendios los detectores de alarma de humo es uno de los inventos tecnológicos más importantes en cuanto a seguridad de vidas y un excelente dispositivo para la prevención de incendios en el hogar.
En Chile existe el requerimiento en nuestro código de construcción, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), indica en su Artículo 4.3.8. “En todo edificio de 5 o más pisos de altura cuya carga de ocupación sea superior a 200 personas, se deberá instalar un sistema automático que permita detectar oportunamente cualquier principio de incendio y un sistema de alarma que permita, en caso de emergencia, alertar a los usuarios en forma progresiva y zonificada según convenga.”
Por lo que es habitual ver sistemas de detector de humo en áreas comunes en edificios residenciales de 5 pisos o más (no al interior de las unidades de viviendas), pero lamentablemente este requerimiento no va asociado en donde deben ser ubicados o qué tipo de tecnologías se deben ocupar, es decir, no existe una norma de diseño para el sistema, quedando a criterio de los desarrolladores inmobiliarios su definición, siendo en la mayoría de los casos sistemas deficientes y que no cumplen con el objetivo de alertar en forma oportuna a los ocupantes, ya sea por un deficiente diseño o por un programa de mantenimiento inexistente.
Es fundamental poder avanzar en este aspecto a nivel nacional, establecer la obligatoriedad de usos de detectores de humo en viviendas y definir una norma de diseño o adoptar una norma internacional reconocida, con el objetivo de contar con edificaciones más seguras.